La música en nuestro pueblo nace con las primeras nanas, acunadas por el susurro del agua, entre azarbes. Locamente enamorada mece surcos y semillas para alfombrar de verdes una vida labrada. La música en nuestro pueblo son caricias entre hojas y ramas que juegan con los vientos de una primavera preñada. La música en nuestro pueblo son todas las calles rociadas para dejar pasar nuestra banda y que entre la alegría por puertas y ventanas. La música en nuestro pueblo son colores. Colores, es y será siempre la melodía de mi infancia.